Leyendo El Capital. Capítulo 4 (La transformación del dinero en capital)

A. Transición entre la forma dinero y su análisis (capítulo 3) y la forma capital (capítulo 4). El resultado del intercambio mercantil generalizado constituye la primera forma de manifestación histórica del capital (§2). Inmediatamente Marx nos pone en guardia frente a un análisis simple de la ecuación capital = dinero.

En efecto:

Dinero en cuanto dinero <> Dinero en cuanto capital

M-D-M: Vender para comprar. D-M-D: Comprar para vender.

Pero dicha forma se compone de dos movimientos diferenciados (§6). Carácter absurdo de dicho procedimiento (§7). Relación entre forma y contenido que observamos al final de §7. Compárese con §4.

B. El capital es una forma social. Ni el dinero ni los valores de uso de los más diversos tipos son por naturaleza capital. En el caso del dinero, es la forma como actúa en el gran mecanismo social presidido por la forma valor la que lo transforma en capital.

C. Diferencia entre ambas fases (§10).

  • Punto de partida y llegada (§10).
  • Gasto vs adelanto del dinero (§11).
  • Cambio de lugar del dinero y de la mercancía (§12).
  • El movimiento M-D-M es un movimiento que se termina en sí mismo debido precisamente a que su fin es trocar un valor de uso por otro (§15).

Por el contrario, en el D-M-D el reflujo del dinero a su punto de partida obedece a la reiteración de toda la trayectoria (§14).

El motivo impulsor y objetivo determinante del D-M-D es el valor de cambio mismo.

D. A primera vista, la circulación D-M-D parece tautológica, carente de sentido (§16).

Valorización del valor à Transformación de dinero en capital.

  1. Capital como proceso de valorización.
  2. Reflujo del dinero a su forma original.
  3. Expresión plena del valor de cambio o, más precisamente, del valor.
  4. En la diferencia formal de su circulación se oculta la diferencia de contenido que viene dada por su incremento de magnitud.
  5. El incremento no altera el supuesto fundamental de todo el libro I: las mercancías se intercambian por su valor. El intercambio de equivalentes es una condición que holds a lo largo de todo el proceso.
  6. El proceso de valorización es, por naturaleza, inacabado (§18).
  7. El contenido objetivo de la circulación se convierte en fin subjetivo del capitalista (§19). Recordemos la metáfora de las “máscaras económicas” y el análisis de la burguesía como “personificación del capital”.
  8. En D-M-D todos los elementos del proceso funcionan como forma de existencia del valor mismo (§20). Capital como forma.
  9. El valor pasa constantemente de una forma a otra, constituyéndose así en sujeto automático. Consideremos las implicaciones políticas de este hecho. Sustancia en proceso. El movimiento de valorización es un movimiento de autovalorización. (Recordemos que estamos aún examinando el capital desde un punto de vista formal exclusivamente).
  10. El dinero es la forma autónoma del capital, su forma por antonomasia, su punto de partida y llegada. Pero el capital no es dinero, ni el proceso de valorización sería posible sin “atravesar” la forma mercancía (§21).
  11. El dinero (como capital) se presenta aquí como una sustancia en proceso. La mercancía y el propio dinero no son más que meras formas.

E. En todas las formas del capital (no solo el comercial) se da el movimiento circulatorio D-M-D (§24).

Contradicciones de la fórmula general

(Relacionar con las deficiencias de la forma desplegada del valor à El modo de exposición sigue el esquema tesis/antítesis/síntesis).

F. Marx se pregunta cómo es posible que la diferencia formal entre M-D-M y D-M-D transforme el contenido o la naturaleza de ambos procesos (§26).

La inversión existe solo para uno de los tres “actores” en liza (§27). Pero si D-M-D- se mantiene en el ámbito de la circulación mercantil simple, la “presencia” del capitalista resulta superflua:

A puede vender directamente a B, en cuyo caso tendríamos M-D-M. Aunque con respecto al valor de uso los dos actores que participan en el intercambio puedan salir beneficiados, no ocurre así con el valor de cambio (§28).

En las metamorfosis D-M y M-D rige el intercambio de equivalentes (§29); por tanto no es en dichas metamorfosis en las que hemos de buscar la fuente del plusvalor, salvo que confundamos el valor de uso con el valor de cambio (§30).

En D-M-D se intercambian equivalentes. De todos modos, aunque no se intercambiasen equivalentes, tampoco en ese caso el intercambio sería una fuente global de plusvalor (“La clase capitalista no puede estafarse colectivamente a sí misma”, §32, §40).

Estamos aquí ante un movimiento complejo, que creo que recorre todo El Capital:

Forma -> Contenido -> Forma

G. ¿Qué papel desempeñan el capital comercial y el capital usuario? Se trata, nos dice Marx, de formas antediluvianas del capital. Sin embargo, son formas específicas, cuya comprensión requiere recurrir a categorías más desarrolladas (§41-§43).

Nos encontramos de nuevo con la peculiar dialéctica entre la lógica y la historia que Marx había enunciado en los Grundrisse: “la anatomía del hombre nos da la clave para comprender la anatomía del mono”.

En realidad, esta metáfora anatómica posee dos vertientes:

  1. La filogenética: mono/hombre, capital comercial y capital usurario/capital, interés/plusvalor, tribut foncier/renta de la tierra.
  2. La ontogenética: la anatomía del ser desarrollado permite comprender la del embrión. Del mismo modo, hemos visto cómo la mercancía actúa como célula básica, forma embrionaria, cuyas características y naturaleza se descubren al final del análisis (Forschungsweise) y presuponen la sociedad capitalista en su conjunto, pero que en la representación (Darstellungsweise) se enuncian como categoría primigenia.

H. ¿De donde procede entonces el plusvalor?

Hemos visto que no procede de la circulación; un productor de mercancías puede crear valores con su trabajo, pero no valores que se autovaloricen (§45).

Nos hallamos, por tanto, ante una aparente paradoja: el capital no puede surgir de la circulación y tampoco no surgir de ella (§47).

Compra y venta de la fuerza de trabajo

I. Nueva formulación del problema (§50).

La formación del plusvalor radica en el consumo de una mercancía que tenga la posibilidad de producir valor. Dicha mercancía, afortunadamente, existe. Se denomina capacidad de trabajo (Arbeitsmögen) o fuerza de trabajo (Arbeitskraft).

¿Qué es la fuerza de trabajo? Fijémonos en que Marx parte de una definición en principio trans-histórica (§51), para inmediatamente matizarla y precisar las condiciones de existencia de dicha mercancía. (§52).

Condiciones jurídicas en primer lugar.

Nuevamente, aunque en este caso no explicita el movimiento, Marx analiza la compraventa de la fuerza de trabajo primeramente desde el punto de vista formal, el de la igualdad jurídica de ambos actores.

Se analiza a continuación la condición material de existencia de la fuerza de trabajo.

Obrero libre (§55). Condiciones históricas de su existencia (§56, §57).

§57 y §58 à Marx ahonda en la relación lógica-historia en cuanto a la existencia de mercancías y dinero. Las condiciones históricas de existencia de mercancías y de dinero son, pos así decir, mucho más laxas que las de la existencia del capital.

La existencia del capital entraña toda una historia universal.

J. ¿Cuál es el valor de la fuerza de trabajo? (§59, §60). Aparentemente, Marx remite de nuevo a determinaciones trans-históricas de la fuerza de trabajo, para inmediatamente a continuación precisar sus condicionantes históricos.

La fuerza de trabajo debe incluir los costes de producción (§61) y de formación de dicha fuerza de trabajo (§62). Notemos que lo que en un momento y lugar determinados se encuadra dentro de dichos costes depende de la historia y viene determinado en parte por la lucha de clases. También varía con la variación del valor de los medios de subsistencia.

Límite mínimo de la fuerza de trabajo. Posibilidad de sobrexplotación de la misma.

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