Leyendo El Capital. Sección séptima: el proceso de acumulación del capital

1. Esta sección es el colofón al Libro I de El Capital. Es una sección muy extensa en la que Marx trabajará con dos órdenes de ideas diferentes: por un lado, la identificación de la ley general de la acumulación capitalista; por otro, el origen histórico del capital.

2. Los capítulos 21 y 22 usan un lenguaje en el que se enfatiza la fluidez del movimiento, una escritura condensada y con reminiscencias muy “hegelianas”, un lenguaje muy distinto del que hemos escuchado en los capítulos más “empíricos” de la obra. Marx trata de dar toda la preponderancia posible a la fluencia del capital, concebido aquí más que en ningún otro momento de Libro I como movimiento, como sustancia en proceso.

3. Hipótesis de partida: se considera el proceso de acumulación del capital con independencia de la esfera de la circulación; solo se obtendrá una visión completa del mismo cuando se incluya dicha esfera (Libro II); pero en la medida en que en la circulación el plusvalor se transmuta en ganancia, interés y renta de la tierra, su consideración mistifica su origen mismo; ello “requiere que prescindamos transitoriamente de todos los fenómenos que ocultan el juego interno de su mecanismo”.

4. El proceso de acumulación del capital es, al mismo tiempo, proceso de reproducción.

5. El argumento general de estos dos capítulos es que el proceso capital, para su continuidad, requiere necesariamente de la acumulación. Sobre la base del trabajo impago, la masa de capital crece y se convierte incesantemente en nuevos métodos para absorber trabajo, para seguir acumulándose. La relación capital es por tanto una relación que enriquece al capitalista y empobrece al obrero, sin que por ello se violen, en cada transacción contractual, las leyes del intercambio de equivalentes. En estos capítulos Marx hará mucho hincapié en el concepto de la escisión entre la FT y el producto.

  • Esa escisión, componente de la subsunción del trabajo en el capital, es un tema que recorre transversalmente toda la sección:
    • “El proceso capitalista de producción, pues, reproduce por su propio desenvolvimiento la escisión entre fuerza de trabajo y condiciones de trabajo. Reproduce y perpetúa, con ello, las condiciones de explotación del obrero” (p. 711).
    • “En realidad, el obrero pertenece al capital aun antes de venderse al capitalista”. (ibídem).
    • La propiedad aparece ahora, de parte del capitalista, como el derecho a apropiarse de trabajo ajeno impago o de su producto; de parte del obrero, como la imposibilidad de apropiarse de su propio producto. La escisión entre propiedad y trabajo se convierte en la consecuencia necesaria de una ley que aparentemente partía de la identidad de ambos.
    • Origen histórico de la escisión: acumulación originaria (cap. 24).

6. Marx distingue entre la reproducción simple y la reproducción ampliada, siguiendo un modo de exposición análogo al que se ha efectuado en otros contextos (plusvalor absoluto, plusvalor relativo, por ejemplo).

  • Del mismo modo, en el capítulo 23, asistimos a la distinción entre la acumulación manteniéndose la composición orgánica del capital, y la reproducción del modo específicamente capitalista de producción (plusvalor relativo, ergo trastocamiento constante de los medios de producción que se traducen en un crecimiento de la masa de capital constante frente a la de capital variable).
  • En la reproducción ampliada, “el dinero mismo, o, hablando materialmente, los medios de producción y de subsistencia, esto es, la sustancia del nuevo capital, es el producto del proceso que succiona trabajo impago. El capital ha producido capital. Frente a lo que ocurre en la reproducción simple, en la que el capitalista posee una riqueza (obtenida “no sabemos por qué motivos”) que arroja a la producción de mercancías, en la ampliada “la posesión de trabajo pretérito impago se manifiesta como la única condición en que se funda la apropiación actual de trabajo vivo impago, en escala siempre creciente”.

7. En ambos capítulos hay una constante confrontación entre el plano de análisis del movimiento en su conjunto (“en su fluencia interconexa y en su escala social”) y el de la relación individual entre capitalista y trabajador. En la reproducción simple, al hacerlo “el consumo individual del obrero sigue siendo también un elemento de la producción y reproducción del capital”. En la ampliada, “los intercambios solo se efectúan en apariencia, puesto que, en primer término, la misma parte del capital intercambiada por fuerza de trabajo es sólo una parte del producto de trabajo ajeno apropiado sin equivalente”.

8. La propia reproducción simple ya entraña una forma social históricamente nueva. En particular en la relación entre capital variable y constante. El obrero adelanta al capitalista su trabajo, productor de un valor con el que podrá pagar el trabajo de próximo período. Ya solo eso reproduce la escisión entre las condiciones objetivas del trabajo (el capital) y la fuerza de trabajo subjetiva.

9. Trastocamiento de las leyes de la producción mercantil en leyes de la acumulación capitalista: “la ley de la apropiación o ley de la propiedad privada, que se funda en la producción y circulación de mercancías, se trastueca, obedeciendo a su dialéctica propia, interna e inevitable, en su contrario directo” (p. 721).

  • El intercambio de equivalentes se falsea hasta tal punto que ahora los intercambios sólo se efectúan en apariencia, puesto que la parte intercambiada por fuerza de trabajo es solo una parte del producto apropiado sin equivalente.
  • La relación de intercambio entre el capitalista y el obrero, pues, se convierte en nada más que una apariencia correspondiente al proceso de circulación, una mera forma que es extraña al contenido mismo y que no hace más que mistificarlo”.
    • ¿Qué papel desempeña entonces todo el planteamiento inicial de El Capital, centrado en la relación de intercambio de equivalentes?
    • Observemos la dialéctica que se establece entre materia y forma. La forma ya no es una mera “expresión del contenido” (Aristóteles), como ocurría en la “forma del valor”. Aquí la forma es una mistificación de la relación material de la acumulación, un exponente del fetichismo del capital.
    • Engels añade en la cuarta edición el siguiente texto, que quizá “frena” parte de la tensión expositiva empleada por Marx y limita el ámbito de su interpretación: “Mientras en cada acto de intercambio se observen las leyes del intercambio, el modo de apropiación puede experimentar un trastocamiento total sin afectar en ningún respecto el derecho de propiedad correspondiente a la producción de mercancías. Este mismo derecho está en vigor como al principio, cuando el producto pertenecía al productor; como cuando éste, intercambiando equivalente por equivalente, sólo podía enriquecerse por su propio trabajo, y sigue también en vigor en el período capitalista, donde la riqueza social deviene, en medida cada vez mayor, la propiedad de aquellos que están siempre en condiciones de volver a apropiarse del trabajo impago de otros”.

10. En la acumulación ampliada, el “extra” o “pluscapital” obtenido en un ciclo del proceso se divide entre la parte que se libra al consumo de los capitalistas y la parte que se reinvierte como capital. En la historia de la economía política, ello ha planteado una visión mistificada según la cual el capitalista practica la abstinencia. Pero al menos, la economía clásica (Malthus) vislumbró con ello un problema certero: el de la demanda efectiva.

Capítulo 23

Líneas maestras del capítulo:

1. Ideas sobre cómo la constante revolución en la producción capitalista se traduce en una variación en una magnitud de importancia clave: la composición orgánica del capital. Se trata de medir su composición técnica, la relación entre la masa de capital constante y de capital variable. La composición en valor sigue el mismo movimiento que la composición orgánica pero lo hace más lentamente. [Explicar con un gráfico]

  • “El volumen creciente de magnitud de los medios de producción, comparado con el de la fuerza de trabajo incorporado a ellos, expresa la productividad creciente del trabajo. El aumento de esta se manifiesta, pues, en la reducción de la masa de trabajo con respecto a la masa de medios de producción movidos por ella, es decir, en la disminución de la magnitud del factor subjetivo del proceso laboral comparado con sus factores objetivos”.

2. La acumulación conlleva un doble proceso: la concentración y la centralización del capital. La concentración es la “simple” acumulación: “se amplía la masa de riqueza que funciona en manos de los capitalistas como capital”. La centralización es la “expropiación del capitalista por el capitalista (…), la abolición de su autonomía individual” -à Ambos procesos hacen que por necesidad aumente “el volumen mínimo de capital individual que se requiere para explotar un negocio bajo las condiciones normales imperantes en el ramo”. Con ello se forma un poder totalmente nuevo, el crédito.

Mediante hilos invisibles pone a disposición de las manos de los capitalistas individuales medios dinerarios dispersos en masas mayores o menores por la superficie de la sociedad, pero pronto se convierte en un arma nueva y terrible en la lucha competitiva, transformándose finalmente en un inmenso mecanismo social para la centralización de los capitales.

[Aquí, dicho sea de paso, los capitalistas sufren una relación análoga a la del trabajador con su producto. Generado por ellos mismos, el crédito se vuelve una herramienta para la abolición de parte de ellos]

Ahora bien, “la superficialidad de la economía política se pone de manifiesto, entre otras cosas, en que convierte a la expansión y contracción del crédito, mero síntoma de los períodos alternos del ciclo industrial, en la causa de estos”. (p. 788).

En todo caso, cabe decir que Marx presenta una tendencia inevitable a la formación de “colosales masas de capital”, análoga a la que en el capítulo de la gran industria presentaba a la creación de “ciclópeas fábricas”. El movimiento general de la acumulación se revela más como una sucesión de períodos de centralización y descentralización, en estrecha relación con los cambios en la composición orgánica. Vid las estructuras empresariales de carácter más descentralizado que se producen en el seno de la acumulación flexible (Harvey).

3. Apologetas de la pobreza, condición necesaria para la prosperidad de las naciones ricas. La cuestión enlaza directamente con las condiciones en las que se produce esta pobreza (expropiación, escisión, que remite al capítulo 24) y con las que se gestiona esa pobreza (abolición de las leyes de pobres y crítica del asistencialismo por parte de Mandeville, por ejemplo. Vid Polanyi). Hoy en día podríamos interpretar esa pobreza no en términos absolutos (como Marx hace quizá excesivamente en este capítulo) sino en términos relativos, como una relación entre lo que se tiene y lo que se desea (Sahlins). [Working poor] (Mandeville, p. 762).

4. Una de las ideas sobre las que Marx vuelve insistentemente en este capítulo es la de la polarización de la sociedad. La acumulación no genera una riqueza que afectaría o permearía a todas las capas sociales (la teoría del tricke down), sino que la acumulación genera inevitablemente un empobrecimiento (relativo, pero en muchos casos también absoluto) de la parte de la población desposeída de todo medio de producción salvo su fuerza de trabajo.

  • “De esto se sigue que, a medida que se acumula el capital, empeora la situación del obrero, sea cual fuere su remuneración”.
  • El salario, que en una primera mirada se había igualado al valor de los medios de subsistencia del obrero y de las personas que dependían de él para su sustento (determinación de su cuantía, por tanto, en términos de valor) se revela ahora “regulado exclusivamente por la expansión y contracción del ejército industrial de reserva (…), [regido] a su vez por la alternación de períodos en los que opera el ciclo industrial”.
  • El salario no está determinado por una ley abstracta ni natural de la población. Cada sociedad posee su ley de la población y el capital adecua la cantidad de brazos disponibles a sus necesidades de valorización mediante la creación de un ejército industrial de reserva. La presencia de ese ejército mantiene los salarios “en un nivel compatible con las necesidades de valorización del capital”. ¿Cómo?
    • El incremento de la composición orgánica del capital conlleva que, a medida que se desarrolla la ecuación:

Modo de producción específicamente capitalista = Reino del plusvalor relativo = Acumulación en escala ampliada = Aumento de la composición orgánica del capital

los capitales atraigan cada vez menos obreros. Ello “aparece como un incremento absoluto de la población obrera, que siempre es más rápido que el del capital variable o que el de los medios que permiten ocupar a aquella. La acumulación capitalista produce de manera constante, antes bien y precisamente en proporción a su energía y su volumen, una población obrera relativamente excedentaria, esto es, excesiva para las necesidades medias de valorización del capital y por lo tanto superflua”.

  • “Esta sobrepoblación se convierte, a su vez, en palanca de la acumulación capitalista, e incluso en condición de existencia del modo capitalista de producción. Constituye un ejército industrial de reserva a disposición del capital, que le pertenece a este tan absolutamente como si lo hubiera creado a sus expensas.
  • Toda la forma de movimiento de la industria moderna deriva, pues, de la transformación constante de una parte de la población obrera en brazos desocupados o semiocupados.
  • Con ello avanza también la “sustitución de fuerzas de trabajo inferiores que reemplazan a las superiores” [Descualificación (Braverman)]
  • La competencia de la parte desocupada obliga a la ocupada a trabajar excesivamente y a someterse a los dictados del capital. Con ello se produce una paradoja característica del capitalismo, una dualidad de exceso y falta de trabajo.
  • “La sobrepoblación relativa es, pues, el trasfondo sobre el que se mueve la oferta y la demanda de trabajo. Dicho movimiento completa el despotismo del capital”.
  • Observemos la progresiva separación expositiva del mero intercambio de equivalentes que se produce en el mercado de trabajo. Allí había igualdad de compradores y vendedores; aquí hay polarización y despotismo, aunque la compraventa de la FT se produzca bajo ese marco.

5. Interesante acotación sobre la escuela de la currency (p. 769-770)

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